39-41 La libertad de espíritu

Fichas 39-40

LA LIBERTAD DE ESPÍRITU

OBJETIVO: Entender a la libertad como parte de los dones de Dios que en la Pascua de Cristo llegan a plenitud, posibilitando crecer en santidad. Descubrir que amar y seguir a Jesús es algo que se elige y que a su vez nos hace más libres. Buscar que el Don del Espíritu en la Confirmación de frutos de libertad espiritual.

Ficha 39   

Fecha estimadaVer calendario

Oración de inicio: Los chicos designados previamente preparan y guían este momento, basados en una de las oraciones del Anexo o de fichas anteriores, a elección de ellos.

Dinámica: Libres para elegir, ¿pero qué?

Objetivo de esta dinámica: que los chicos puedan ver que la verdadera libertad no es “hace lo que se me canta”, sino como “hago libremente lo que debo, obedeciendo a lo que enriquece mi alma llevándome hacia la verdadera felicidad”. No soy libre si me someto a mis caprichos o presiones externas esclavizándome a ello.

Desarrollo:
    (1) El catequista planteará la siguiente pregunta al grupo: “¿Qué harían ustedes si yo ahora les digo que son libres de hacer lo que quieran?
    (2) Cada miembro del grupo responderá la pregunta.
    (3) A continuación tratá de mostrar que uno es libre incluso cuando acepta las normas, “uno elige entre obediencias, obediencia hacia los padres, las autoridades, mis deseos, lo que el grupo manda, etc.”.
    (4) Debate dirigido a mostrar a los jóvenes lo que se dice arriba.
Se puede abrir el debate con otras preguntas como por ejemplo:
    • Ser miembros vivos de la Iglesia, ¿cómo nos hace más libres?
    • Amar como Jesús nos ama, ¿cómo nos da más libertad?
    • ¿Amar profundamente a alguien es un sentimiento o una elección?
    • ¿Tener normas de vida, nos da la posibilidad de ser menos o más libres?

Reflexión de los catequistas:

Ustedes catequistas prepararán su reflexión:  
    • Estudiando el CIC 1739-1742.
    • Recordando lo trabajado en la Ficha "La ley del amor" sobre las bienaventuranzas.
    • A continuación desarrollamos brevemente el tema de si seguir a Jesús, amar y dejarnos amar por él, es algo que nos hace menos o más libres y por qué.

"Elegir, poder decidir por uno mismo parece ser la máxima expresión de libertad. Elige y podrás decidir por ti mismo. Y en cierto sentido lo es. Pero la idea de elección que respiramos hoy es una idea de libertad sin restricciones, sin compromisos y siempre con alguna ruta de escape: un “elijo”, pero...".  Has puesto el dedo en la llaga: elegir eso de por vida, la elección del amor... También allí podemos decir: "Elijo, pero no ahora, sino cuando termine los estudios", por ejemplo. Yo "elijo, pero...”: ese "pero" nos detiene, no nos deja ir, no nos deja soñar, nos quita la libertad. Siempre hay un "pero", que a veces se vuelve más grande que la elección y la ahoga. Así es como la libertad se desmorona y ya no cumple sus promesas de vida y felicidad. Y luego concluimos que también la libertad es un engaño y que la felicidad no existe." (Papa Francisco 11-08-2018)

Mucha gente cree que la libertad es hacer lo que se me canta. Seguir los 10 mandamientos es una locura, ¿por qué no poder hacer todo? En realidad, seguir a Jesús es primero decir que sí, elegir entre dos caminos y seguir el más estrecho (Mt 7,13-14) porque implica un gran esfuerzo y porque muy poca gente se atreve a ir por ahí. Decir que sí a algo implica decir que no a otras cosas. Nunca seremos felices si sólo vemos esas obligaciones y no vemos la decisión que tomamos al principio. Por eso hoy los invitamos a tomar una decisión y a ver el lado positivo, el "sí" que tomamos, siendo fieles a ese "sí" es como seremos felices y así nuestras vidas tendrán un sentido porque sabremos que estamos yendo por un camino de alegría y felicidad junto a Jesús.

Esto también nos lleva a una pregunta, amar como Cristo ¿es un sentimiento o es una elección? Amar como Cristo es mucho más que un sentimiento, amar como Cristo es verdaderamente una elección. El sentimiento muchas veces acompaña esa elección, pero el sentimiento se queda muy corto al explicar lo que es el amor.  ¿Se puede seguir amando cuando no hay sentimiento? ¿se puede amar en medio de una discusión? ¿Se puede seguir amando cuando hay sufrimiento? Amar es algo que decidimos hacer, es decidirnos a entregarnos por otro y por Dios (Mt 16,24-26; Jn 15,9-17). Esa entrega se elige con plena libertad así como Jesucristo eligió entregarse por nosotros en la Cruz y como María le dijo que sí a Dios a ser la Madre de su Hijo. Mirar estos ejemplos es esencial para poder ver que ellos fueron totalmente libres y también felices, aún cuando hubo dolor y sufrimiento.  Podemos ver las vidas de miles de santos que le dijeron que sí a Jesús y que realmente fueron felices en sus vidas habiendo entregado sus vidas.  Lo mismo podríamos decir del Papa Juan Pablo II que fue un verdadero ejemplo de entrega. Todos estos, y muchos más dijeron un sí muy grande, y después los sacrificios salen solos. Ese decir que sí es un sí de amor, es elegir el amor tan grande que Dios nos tiene, y tratar de amar como Jesús amó. Nadie nos puede obligar a amar, ni siquiera Dios intenta hacerlo. Amar es una entrega que se elige, con un “si”.  Decir que sí es lo que nos hace más libres aún.

Dinámica: El Camino Estrecho

Materiales: Una copia del cuento "El Camino Estrecho" para cada integrante del grupo.  

Esta dinámica se relaciona con la elección de dos caminos, uno que es el que nos impone la sociedad, otro es el que verdaderamente elegimos. Jesús nos muestra un camino concreto que somos libres de elegir. Mucha gente no lo encuentra, y mucha gente no le da bola.
En el centro de esta dinámica hay una lectura del Evangelio muy importante: Mt 7, 13-14.

Desarrollo de la dinámica:

  1. Leer el cuento “El Camino Estrecho” (ver abajo). En tríos o cuartetos.
  2. Relación con nuestra fe (ver las preguntas abajo).
  3. Relación con Confirmación.
  4. Oración final.
1. El camino estrecho

Por: Mariano A. Sapag

Este episodio ocurrió un verano en la cordillera de los Andes. Con tres amigos fuimos a hacer un recorrido de cuatro días por la montaña haciendo trekking. El viaje consistía en bordear un lago el primer día y el segundo día comenzábamos a subir un valle en el que corría un río, luego debíamos llegar al escorial de un volcán y después descendíamos hasta arribar a un lago en donde finalizaba la caminata. El lugar era fantástico, ideal para alejarse unos días de la ciudad y respirar aire fresco. Los paisajes no tienen comparación, atravesamos bosques, pastizales, una innumerable cantidad de arroyos, ríos en los que el agua llegaba hasta nuestras caderas, subíamos, bajábamos, en fin, el viaje era espectacular.  Pero no era un camino fácil de hacer, a veces se ponía duro, y con 25 kilogramos de mochila en la espalda muchas veces nos resultaba difícil dar los pasos y cumplir las exigencias que el viaje nos imponía. Cada día implicaba más de 8 horas de caminata. Debíamos seguir una senda, pero muchas veces el sendero se perdía y costaba volverlo a encontrar. Por suerte teníamos un librito, una guía, que nos indicaba por dónde teníamos que ir. El segundo día debíamos subir un río llamado ‘Auquinco’ (palabra mapuche que significa ‘agua que resuena’) que atraviesa un amplio valle.  Ese día, luego de caminar 8 horas, debíamos llegar a un mirador en el que podíamos acampar. Debíamos cruzar tres veces el río antes de llegar al mirador.

Era pasado el mediodía cuando cruzamos el río por segunda vez. Después de cruzarlo la senda se ensanchaba hacia la izquierda y muchas pisadas la seguían por lo que sin pensarlo tomamos esa senda ancha.

Seguimos caminando y a los quince minutos tomo la guía para ver cuánto faltaba y descubro algo: nos habíamos equivocado de senda.

La guía decía exactamente lo siguiente: “En poco menos de 3 horas deberíamos estar cruzando el Auquinco por segunda vez en el día. En la otra orilla aparece un camino ancho que va hacia el O, que no hay que tomar. Una huella mucho más fina se abre a la derecha, seguí por ahí. Este dato es muy importante ya que lo lógico sería seguir por la huella ancha, no siendo el rumbo correcto”.  

En ese mismo momento doy un grito de alto a mis amigos, que iban bastante adelantados, para que se detengan. Sin duda nos habíamos equivocado y debíamos volver. Mis compañeros no estaban muy seguros y no querían perder 15 ó 30 minutos si debíamos volver, pero finalmente los convencí de que nos habíamos equivocado y que debíamos volver al río. Eso hicimos.

En la orilla del río comencé a buscar la ‘senda fina’ pero no lograba encontrarla, y entonces dudé si el camino que habíamos tomado anteriormente no era el correcto (¡ya estaba pensando que mis amigos me iban a matar!). Al instante uno de mis acompañantes me dice: “Che, mirá el piso en frente tuyo”. Al dirigir mi mirada al suelo noté una flecha gigante hecha de piedras, la flecha tenía aproximadamente dos metros y apuntaba hacia el noreste, luego advertí que otras piedras marcaban por dónde iba el camino. Se ve que alguien dejó una señal, seguramente el guardaparque o tal vez otro viajante. Ahí pude localizar la senda, era difícil de ver, pero era una senda al fin, un sendero muy estrecho y un poco tapado por arbustos que se adentraba en un bosque. Ése era el camino correcto.

Es curioso que el día anterior el guardaparque de la zona nos explicó brevemente por dónde teníamos que ir. No le prestamos mucha atención porque parecía que el recorrido era sencillo, pero recuerdo claramente que este hombre nos dijo algo acerca de un camino que no debíamos tomar y que de tomarlo podríamos perder un día entero ya que el camino ancho era un camino viejo que se perdía en la nada.

Luego de este suceso prestamos buena atención a la guía y por suerte no nos volvimos a perder. Finalmente terminamos el recorrido atravesando lugares que nunca me imaginé que podían existir. Fueron cuatro días inolvidables. 

2. Relación con nuestra fe

Estas son algunas preguntas para ayudar a que los chicos relacionen el cuento con la fe.

Camino: ¿qué significa? ¿adónde queremos llegar? ¿adónde llegan los caminos? ¿es fácil? ¿es difícil? “los caminos cuesta arriba son los más difíciles, pero son los únicos que nos llevan a la cima”. ¿Se pierde a veces? ¿por qué a veces no lo vemos?  ¿Cuál es el camino más fácil? Tema del camino estrecho ¿Cuesta seguir el camino de Jesús? 

Tentación: caer en la tentación: ¿porque es más fácil?.  

Flecha: ¿qué significa? Es una señal, muy importante.  ¿Cuál es la señal más grande que Jesús nos dejó? La Cruz: hacer notat cuanta semejanza hay entre la flecha y la Cruz. ¿Qué significa para nosotros la muerte de Jesús en la Cruz? ¿Cómo hace Jesús para mostrarnos el camino? ¿Nos impone algo? ¿nos da libertad? ¿Es fácil encontrar la flecha, las señales? ¿por qué?

Amigos: ¿Es un camino que lo hacemos solos? ¿Cómo ayuda la Iglesia? ¿Cómo ayudan los otros?

Mochila:  ¿Qué significado puede tener? Las cruces que cargamos: Proclamar Mc 8,34-37.

Guardaparque:  ¿Qué significado le podemos dar? Un poco parecido a Jesús, o no? O a un sacerdote ¿Le damos importancia a Jesús? ¿no somos soberbios de vez en cuando creyendo que todo lo podemos nosotros solos?

La guía:  Comparar con la Biblia, especialmente con Mt 7,13-14.

Paisajes: ¿Qué significado se le puede dar? ¿Qué vamos viendo a lo largo de nuestras vidas? 

3. Relación con Confirmación.  

Lo que sigue es para relacionar el evangelio de la puerta estrecha con lo que venimos viviendo en Confirmación.

(1) Volver a proclamar Mt 7,13-14.  

(2) Entre todos comentar la lectura respondiendo a las siguientes cuestiones.

  • ¿Qué relación encuentran entre esta lectura y la preparación para la Confirmación?  
  • ¿Cómo se ven identificados?  
  • ¿Sienten que eligieron el camino estrecho?
  • ¿Qué hubiese sido elegir el camino ancho?
  • ¿Qué implica elegir la puerta estrecha?

(3) Para la reflexión fina de catequista: 

Esta lectura tiene una gran relación con la preparación a la Confirmación. Los chicos que eligieron venir están acá para elegir algo, elegir seguirlo a Jesús. El grupo está para poder ver cuáles son los dos caminos, uno es ancho, es por el que va la mayoría de la gente, esa gran mayoría que no lo elige a Jesús, que lo niega, que lo desprecia. Otra parte elige seguirlo a Jesús y para eso toma un camino más estrecho, a veces difícil de ver. 

Los chicos están en un punto donde van a poder ver los dos caminos y aprender acerca de Jesús y el camino que Dios nos propone. Los chicos eligen qué camino tomar. Es un camino que lo vamos eligiendo a lo largo de todas nuestras vidas, pero ahora tiene especial importancia por la Confirmación, que significa que ellos van a elegir ofrecerse para servir a Jesús con la fuerza del Espíritu Santo.

4. Oración final frente al sagrario

(1) Proclamar Lc 24,13-35

(2) Pasar la canción Emaús (Versión MPD)


 

(3) Invitar a los chicos a pedir lo que necesitan para seguir el camino del Señor Jesús. Después de cada pedido, orar diciendo entre todos: "Quédate con nosotros, Jesús".

(4) Terminar rezando la "Oración al Rey del sagrario" (Nro. 7).

Ficha 40

Fecha estimadaVer calendario

Oración de inicio: Los chicos designados previamente preparan y guían este momento, basados en una de las oraciones del Anexo o de fichas anteriores, a elección de ellos.

Dinámica: "Mi yugo es liviano y mi carga es ligera"

Preguntar al grupo: ¿Qué es la libertad? ¿Para qué sirve la libertad?  Ver las distintas opiniones.

Analizar entre todos la letra de la canción "Ligero de equipaje" de la banda La Otra Orilla. La consigna es que cada uno elija la frase que más le parezca asociada con la "libertad".



Desarrollo:

    • Preparáte a este momento estudiando el CIC 1731-1738.

La libertad es una libertad para amar, para hacer el bien. Los límites, los sacrificios, los mandamientos, etc. más que prohibiciones son oportunidades para amar más. Es decir, cada mandamiento o regla contiene un bien que se protege y se valora, a medida que vamos valorando y haciendo nuestros esos bienes, nos vamos haciendo más libres y más felices.  El pecado es lo que nos esclaviza y nos saca nuestra libertad.

A veces entendemos mal lo que significa amar, y que lo cierto es que si amamos, y con esto quiero decir si hacemos lo que está bien tanto hacia nosotros mismo como hacia los demás y hacia Dios, si realmente hacemos el bien entonces nos vamos haciendo más libre. La medida es la contraria, a mayor amor, mayor libertad. La gente que opina lo contrario es porque realmente le cuesta amar, le cuesta “entregarse”, y por eso piensa que los límites, los sacrificios son negativos y lo único que hacen es encarcelarnos, y si rompemos con esto seremos libres. Así es como se llega a muchas cosas: la infidelidad en el matrimonio, la separación y disolución del matrimonio, la imposibilidad de asumir compromisos, verse encarcelados en la moda pasajera o en superficialismos inútiles, en definitiva, en cosas que no llevan a una verdadera felicidad.

Reflexión personal acerca de la libertad

Cada chico la hace en forma individual. Prever copias para cada uno. Luego se hace una puesta en común.

En este segundo año de Confirmación:

  • Lee Jn 8,31-33
  • ¿Te sentís con más libertad al estilo de Jesús cuando tomás decisiones importantes que te afectan tanto a vos como a tu prójimo? ¿O todavía te dejás llevar demasiado por las presiones de tu familia, tus amigos, tu novia/o, tus profesores, u otros?
  • ¿La obediencia a Dios Santísimo por medio de la Santa Madre Iglesia, la vas sintiendo más como un fortalecimiento? ¿O todavía te cuesta tomar este camino estrecho de la obediencia a la Iglesia?
  • ¿Qué harías si un amigo si te dijera mañana: “yo soy más libre que vos porque me rateo del colegio y hago lo que se me canta, mientras que vos tenés miedo y no te rateás”?
  • ¿Qué tendría que mejorar en tu relación con Dios para usar mejor tu libertad?

Oración

Oración de ofrecimiento (preparar copias para cada chico)

Aquí estoy, Señor, me ofrezco, me entrego contigo, en unión con los sentimientos de tu divino Corazón. Recibe mi alma y mi cuerpo; mi memoria, mi inteligencia, mi voluntad; mis ojos, mis oídos, mi lengua y todos mis sentidos. Yo me entrego a ti. Recíbeme y no permitas que me retracte. (P. Dehon, ASC 2/28)

Padre nuestro...
 

Ficha 41

Fecha estimadaVer calendario

Preparación de los catequistas: Estudien detenidamente de la Encíclica "Veritatis Splendor" del Papa Juan Pablo II, los números 18a, 32, 34, 38-41 y 85b-87. Esto es fundamental, sino no van a poder guiar esta ficha.

Oración inicial: Orar con el Salmo 119(118),57-68. Cada chico busca el salmo en su Biblia. Le toca rezar un versículo a cada uno. El catequista termina rezando el "Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...".

Dinámica: La liberación que trae Jesús

Objetivo: profundizar la necesidad de liberación para crecer en la Acción de Gracias por la Salvación que nos da Jesús por medio de su muerte y resurrección.

Materiales: Hilo tipo barrilete u otro material que sea posible romper con mucha fuerza. Pedazos de tela vegetal u otro material para vendar los ojos.

Desarrollo:

(1) Se vendan los ojos de los chicos y se los ata de pies y manos.

(2) Los catequistas colocarán en el salón un primer cartel bien visible con la palabra: SOCORRO. Y le pregunta al grupo: ¿qué le puede estar pasando a una persona que dice "socorro"? ¿Qué situaciones puede estar viviendo?

(3) Luego los catequistas colocan un segundo cartel con la frase: NO TEMAS, YO ESTOY CONTIGO. ¿Qué le está brindando a la la persona que pide socorro?

(4) Aporte de los catequistas. 

Ustedes, los catequistas, trabajarán sobre la idea de una persona necesitada y que no puede salvarse a sí misma y de otra que le brinda aquello que no puede alcanzar sola. En esta parte del encuentro traten de ayudar a los chicos a profundizar en la experiencia de descubrirse necesitados de salvación de Jesús, de su Pascua. El siguiente guion es un ejemplo de cómo llevar a delante esta parte.

Catequista: "Tratá de sentir las manos atadas... no las podés mover... si quisieras abrazar a alguien no podrías... si quisieras acariciar a alguien no podrías... si quisieras darle la mano tampoco podrías. Tomá contacto con todo lo que sentís por estar atado... tratá de experimentar sobre lo que sentís al tener los pies atados... si quisieras correr no podrías... si quisieras saltar no puedes... estás atado.  Necesitás ser liberado... necesitás liberarte de lo que te ata, pero solo no podés... (Los catequistas cortan los hilos y descubren los ojos de los participantes) Andá experimentando el hecho de ser liberado... Tomá aire, desperezáte y abrí los ojos.

(5) Puesta en común: durante 15 minutos, lo que fueron sintiendo, las imágenes que pasaron por su mente y qué pensaron.

(6)  Análisis de los chicos: ¿Qué significado le dan a cada uno de estos hilos? ¿Qué es lo que ata la libertad y la vida del hombre? Identifiquen 4 causas de la esclavitud del hombre.

(7) Aporte para la reflexión de los catequistas. Hay muchas cosas que nos atan y los hombres estamos necesitados de liberación, por eso vamos a profundizar esta experiencia analizando las diferentes esclavitudes y ataduras del hombre.

En este caso los hilos son el símbolo de todo lo que nos ata. De aquello que ata la libertad y la vida del hombre. De todo aquello de lo que necesitamos ser liberados y salvados. En este momento buscamos identificar las causas que esclavizan al hombre, al menos algunas de ellas.

El hombre actual reconoce la presencia del mal en el mundo, ¿pero a qué nivel? A nivel del cuerpo, a nivel psíquico, social y técnico. Lucha por erradicarlo logrando varios avances, pero donde hay una dificultad grande es en reconocer que el mal tiene raíces profundas; que hay un grave desajuste en la relación de la criatura con Dios. El hombre no admite un mal o un desajuste que él no pueda verificar con sus técnicas, con sus análisis, y que pueda en algún momento superar por sí mismo.

El hombre moderno cree que solo será cuestión de tiempo y de encontrar la técnica eficaz. Cree que no hay mal que no pueda ser superado por sus fuerzas. A las ataduras más profundas solo llegamos a reconocerlas por la fe, explícita o implícita. Sólo desde aquí el hombre se reconoce necesitado de salvación y a la espera de Aquel que lo libere, lo sane y lo salve.

(8) Conclusiones: Compartan algunas frases de la Encíclica "Veritatis Splendor" (18a, 34, 40-41 y 85b-87) que más importantes les resultaron a ustedes para profundizar este tema

Oración final en el sagrario ante el Santísimo: 

-Preparación: Si no hay ya una Cruz cercana, colocar sobre o buen cerca del sagrario, un crucifijo. Y sobre la Cruz, un lindo cartelito con la palabra "LIBERTAD".

-Desarrollo: Preguntarles ¿Por qué está clavado? ¿Qué significa su cruz? 

-Proclamar la Palabra: Rom 5,5-9.

-Pedir que cada uno componga un oración en base a la lectura. La oración tiene que tener entre 2 y 4 renglones de extensión.

-Al terminar, pasar el Salmo 118 cantado, versión Coro Capuchinos:


- Después, cada chico reza en voz alta con su oración. Todos responden diciendo: "¡Cuánto amo tu ley, Señor! ¡Cuánto amo tu ley!"

-Terminar rezando con la siguiente oración. Repartir entre 4 chicos la lectura de las estrofas. El resto va participando con la respuesta.

R: Que tu Espíritu
nos haga libres, Señor.

1. Ayúdanos a caminar la vida
como peregrinos
siempre en búsqueda,
ligeros de equipaje,
sin grandes posesiones,
ni ataduras ni ambiciones.

2. Ayúdanos a renunciar
a todo lo que impide
nuestra fidelidad al Reino,
no es fácil, Señor,
hay tentaciones,
pero con tu aliento y de tu mano
continuaremos en marcha,
para mantener viva la esperanza.

3. Ayúdanos a descubrir
la alegría profunda
de la entrega y donación:
somos más cuando nos damos más,
somos más cuando poseemos menos
y nos ofrecemos, por amor,
a los demás;
lo aprendimos de ti,
vivimos para llevarlo a la práctica.

4. Ayúdanos a ser
hombres y mujeres de libertad,
libres para ser conducidos
por tu Espíritu;
liberadores para acercar tu Espíritu
a otros con sed de peregrinos;
libres y liberadores para amar,
como dice con belleza la Palabra (Gál 5):
el Señor nos liberó
para que fuéramos libres,
para vivir con alegría
la verdadera libertad
que es hacerse servidores
de los demás por amor.

Amén.

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