01 Abrir la puerta a Jesús

Ficha nº 1

ABRIR LA PUERTA A JESÚS

Objetivo de la ficha: Crear un clima de confianza, que los chicos se sientan cómodos en el grupo, que se puedan comenzar a abrir a la acción de Jesús.

1ra Parte: Dinámicas de presentación

Esta parte de la ficha sirve para los primeros 2 o 3 encuentros.  Contiene dinámicas y recursos para ayudar al conocimiento del grupo y generar confianza entre los chicos. 

De las siguientes opciones, seleccioná o una dinámica larga o dos cortas. En cada opción figura el tiempo aproximado que lleva hacer cada dinámica.

Opción 01.    Juego de los nombres

Es importantísimo que todos se aprendan los nombres de todos, especialmente los catequistas. Para eso hacemos este juego. Los integrantes del grupo son personas, no cosas. El catequista debe tratar a los chicos por el nombre, no señalando o diciendo “che”. Aparte esta dinámica ayuda crear un ambiente distendido y sirve para romper el hielo.

    (1) Los chicos dicen sus nombres en forma rápida.

    (2) En ronda hacemos el juego. El primero de la ronda dice su nombre, después el segundo dice el nombre del primero y el suyo, el tercero dice el nombre del primero, el del segundo y el suyo. Así sucesivamente hasta llegar al último que le va a tocar decir todos los nombres.

    (3) Hacemos esta dinámica dos veces, una empezando de una punta, la segunda vez al revés empezando con el que le tocó último.

Opción 02.    El Fósforo

    Materiales: una caja de fósforos.

Esta es una dinámica de presentación muy sencilla que sirve para hacer una presentación ágil y divertida y que se genere un clima de distensión para que los chicos se presenten y se larguen a hablar. 

A cada participante se le entrega un fósforo. 

El primero enciende el suyo y durante el tiempo que permanece encendido debe presentarse y contar el porqué de su participación en el grupo de jóvenes o de Confirmación. Antes de que se consuma totalmente, el participante que tiene el fósforo encendido debe prender el del compañero de la derecha para que este pueda presentarse y así sucesivamente hasta que todos se hayan quemados los dedos.

Más allá de la dinámica podés hacer una relación y una puesta en común con el tema del fuego y de la luz. Se puede hacer la dinámica con las luces apagadas. La luz nos saca de la oscuridad, nos podemos ver, etc. 

Leéles Mt 5,14-16. Relacioná con Jesús como luz y nosotros llamados a ser luz para los demás.
 

Opción 03.    La canastita

    Material: una canastita; preguntas en papelitos doblados.

Esta es una actividad para romper el hielo y para conocerse más. También se puede hacer con un ovillo para hacer una telaraña. Se utilizará la canasta, los papelitos en tiritas con las preguntas, y si se quiere el ovillo de lana. Cada integrante del grupo, incluidos los catequistas, deben pasar la canasta, sacar una pregunta al azar, presentarse y responder la pregunta, luego elige a quién le pasa la canasta para que siga. 

Preparación:
    (1) Preparar una lista con preguntas diferentes para luego recortarlas una por una. Debe haber 2 preguntas por integrante del grupo. 

Ejemplo de preguntas: 

  • ¿Qué actividades hacés aparte de ir al colegio?; 
  • Decí 2 cosas buenas tuyas; 
  • Decí 2 cosas tuyas que estás tratando de cambiar; 
  • Si tuvieras que ir a una isla sólo por un mes y solo pudieras llevar 5 cosas ¿cuáles serían?; 
  • El regalo más lindo que pueden hacerte; 
  • El mejor año de tu vida; 
  • ¿Cómo sería tu amigo/a ideal?; 
  • Los peores compañeros que tuviste; 
  • La peor macana que te mandaste en el colegio; 
  • Dos comidas que te gustan mucho; 
  • Un momento lindo de tu vida; 
  • Una materia que te cuesta mucho en el colegio;
  • La oración que más te gusta rezar;
  • Un sueño que tengas;
  • Profesión en la que te ves trabajando;
  • Una frase bíblica que te acuerdes;
  • El día que más te gusta en el año;
  • Tu canción favorita en este momento;
  • Una persona que admirás;
  • Dos colores que te gustan como combinan;
  • Un deporte que te guste mirar pero no jugar;
  • Serie o saga que más te gustó mirar;
  • etc.

    (2) Recortar las preguntas una por una y doblarlas. Meter todas las preguntas en la canasta.

Desarrollo: 
    (1) Empezar la dinámica. Elegir a alguien para que empiece sacando una pregunta de la canasta.
    (2) El primer participante saca una pregunta, la lee, debe decir su nombre, colegio, año, algo que quiera contar, porqué eligió hacer confirmación, y responder la pregunta que sacó.
    (3) Luego elige a una persona a quien pasarle la canasta para que haga lo mismo.
    (4) Los catequistas también participan.
    (5) Una vez que pasaron todos, seguir pasando la canasta hasta que se acaben las preguntas, o hasta que cada uno haya respondido dos preguntas.

Opción 04.    El ovillo de lana

    Material: un ovillo de lana.

La presentación del grupo puede hacerse pasando un ovillo de lana. Para esto el que empieza debe sostener la punta del hilo de lana, presentarse bien y después tirar el ovillo a otro integrante del grupo, siempre sosteniendo la punta. El que recibe el ovillo se presenta y antes de tirar el ovillo debe sostener el hilo, luego le tira el ovillo a otro del grupo para que éste se presente.

El mensaje detrás de esto es que todos tienen una punta de la telaraña, si alguien suelta su punta, la telaraña se cae, de la misma manera si alguien falta al grupo, si deja de ir o si no participa, la telaraña se cae. 

El mensaje es el compromiso y la idea de que la preparación para la Confirmación se hace en grupo y para eso es necesaria la presencia de todos, y cada uno es importante para el grupo.

Opción 05.    Un objeto que me identifica

Los integrantes del grupo se presentan a partir de un objeto que los identifique.  Puede ser cualquier cosa, una cosa, un animal, un personaje, un libro, etc.  Cuanto más profunda y extensa sea la presentación del catequista, más se van a abrir los chicos. 

Los catequistas podrán llevar algunos objetos para poner sobre la mesa para que los chicos usen si les parece.  Aunque es mejor dejarles que ellos piensen un objeto. La otra alternativa es que en una hoja dibujen ese objeto y a partir de allí se presenten.

Opción 06.    La casa y yo

Material: Hojas, lápices y biromes si eligen hacerlo escrito.
 

Cada uno de los chicos debe describirse por medio de una casa.  Puede dibujar la casa o sólo imaginársela, y después poner en común con el grupo su casa. Que piensen en todas las partes de una casa: la casa en sí, los cimientos, el jardín, cocina, baños, etc. y cómo está construida, por qué, etc. Denles tiempo que lo piensen. Es mejor si dibujan una casa y escriben las características.

Así, proponemos que entre todos formemos y construyamos una casa con los distintos materiales, talentos y puntos de vista que trae cada uno y así ir creciendo a partir de las diferencias de cada uno. Esas diferencias van a hacer que el grupo crezca en su conjunto. El grupo va a ser una gran casa construida por todos nosotros.

 Opción 07.    Dinámica: El rompecabezas (versión simple)

Material: Una imagen de Jesús sobre una cartulina de color, forrada en papel contact.

Esta es una dinámica para hacer el primer encuentro y para resaltar la importancia de ir al grupo. 

Se recorta en piezas de rompecabezas una imagen de Jesús hecha sobre una cartulina de color y forrada en papel contact si es posible. Que haya tantas piezas como integrantes haya en el grupo. 

Entregarles a cada uno la pieza y decirles que la imagen se completa con todas las piezas, si alguien falta, falta una parte importante del Cuerpo de Cristo. La siguiente reunión volver a armar el rompecabezas.

Leéles: 1Cor. 12,12-26.

 

2da Parte. Oración dinámica: Mira que estoy a la puerta…

Material: hojitas con la cita de la Biblia y espacio para escribir (ver modelo); biromes; una canastita. También pueden fotocopiar la reflexión “Mira que estoy a la puerta” incluida con esta dinámica.

Paso 1-Hacer la dinámica “La Puerta del Corazón” (Está más abajo).

Paso 2-Se van a la capilla, frente al sagrario (enseñarles a los chicos hacer la genuflexión al entrar a la capilla, que está Jesús). 

Paso 3-Poner una canasta frente al sagrario.

Paso 4-Guiar la meditación “Mira que estoy a la puerta” (Ver más abajo). Entre cada parte del texto hacer una pausa y pasar una parte de la canción "Conozco tu corazón" de Pascua Joven, luego bajar el volumen y seguir con la siguiente parte.

Paso 5-Les entregamos a los chicos una hojita con la frase de la Biblia “Mira que estoy a la Puerta y llamo” (Ap. 3, 20). 

Paso 6-Esta hojita debe tener un espacio para que ellos le escriban algo a Jesús. Jesús está tocando la puerta de nuestros corazones, esta puerta tiene sólo una manija, pero del lado de adentro. Tienen que escribir algo que se propongan hacer este año para abrirle más la puerta a Jesús. Consigna: “¿qué le ofrecen a Jesús para este año?”. Esto es algo personal y los catequistas no lo van a leer (aclaren esto). Que doblen la hojita y le pongan su nombre por fuera para identificarla.

Paso 7-Cada uno va pasando y va dejando su hojita en la canasta. Mientras va sonando de nuevo la canción "Conozco tu corazón" de Pascua Joven. Si quieren pueden leerles la cita bíblica completa: “Yo estoy junto a la puerta y llamo: si alguien oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos” (Ap. 3, 20).  

 


Paso 8-Hacemos un momento de silencio.

Paso 9-Leemos Jn 15,12-17

Paso 10-Pedimos por las intenciones que tengan y por el grupo que acaba de empezar

Paso 11-Rezamos un Padre Nuestro y un Ave María.  

Paso 12-Al final pueden los chicos llevarse sus hojitas para guardarlas en sus cuadernos.

El mensaje de esta dinámica es que Jesús viene a nuestro encuentro y nos llama.  Ellos elijen si abren la puerta o no. Al haber ido a la primera reunión (hay que ver si realmente lo eligieron, seguramente no), es fundamental resaltar que le estamos abriendo la puerta a Jesús con todo lo que ello implica. Estamos dejando que Jesús entre a nuestras vidas.

Dinámica: La Puerta del Corazón (Paso 1)

    Material: una copia del cuento para cada integrante del grupo.

“Yo estoy junto a la puerta y llamo: si alguien oye mi voz y me abre,
entraré en su casa y cenaremos juntos”
   (Ap. 3, 20).

-Leer el cuento "La puerta del Corazón (está más abajo)
-Preguntas para profundizar:
    • ¿Qué significa que Jesús llama?
    • ¿Cómo nos llama Jesús? ¿Cómo viene a nuestro encuentro?
    • ¿Para qué nos llama Jesús? ¿Qué quiere de nosotros? Sean concretos y no sólo “que lo sigamos”, vayan más profundo.
    • ¿Por qué no entra directamente Jesús?
    • ¿Qué significa tener la libertad de abrir la puerta?
    • ¿Qué actitud tomamos nosotros?
    • ¿Qué significa que Jesús cenará con nosotros?
    • ¿Cómo puede Jesús transformarnos, convertirnos?

Para que prepares tu reflexión de catequista:

Jesús está tocando nuestras puertas, viene a nuestro encuentro.  Nosotros tenemos varias posibilidades frente a este llamado:
    • O no lo escuchamos porque a nuestro alrededor hay mucho ruido, no podemos hacer silencio para escuchar el llamado de Jesús.

    • No le damos bola porque estamos muy preocupados con otras cosas.  Vivimos postergando los compromisos. Nuestra respuesta es: “No, ahora no”. Creemos que más adelante nos podemos poner serios con nuestras vidas, pero al final de cuentas siempre decimos lo mismo “No, ahora no puedo abrirte”.

    • No queremos abrirle, porque abrir la puerta a Jesús para que entre implica muchas cosas que tenemos que aceptar y que por ahí no estamos dispuestos. No estamos dispuestos a cambiar aquellas cosas que nos hacen mal, o que implican mucho esfuerzo.
    • Le abrimos la puerta a Jesús y dejamos que sea parte de nuestras vidas.

Cuento "La Puerta del Corazón"

Un hombre había pintado un lindo cuadro. El día de la presentación al público, asistieron las autoridades locales, fotógrafos, periodistas, y mucha gente, pues se trataba de un famoso pintor, reconocido artista.

Llegado el momento, se tiró el paño que revelaba el cuadro. Hubo un caluroso aplauso.

Era una impresionante figura de Jesús tocando suavemente la puerta de una casa. Jesús parecía vivo. Con el oído junto a la puerta, parecía querer oír si adentro de la casa alguien le respondía.

Hubo discursos y elogios. Todos admiraban aquella preciosa obra de arte.
Un observador muy curioso, encontró una falla en el cuadro. La puerta no tenía cerradura. Y fue a preguntar al artista: "Su puerta no tiene cerradura, ¿Cómo se hace para abrirla?"

"Así es," respondió el pintor. "Porque esa es la puerta del corazón del hombre. Sólo se abre por el lado de adentro."

Mira Que Estoy a la Puerta... (Paso 4)

“Mira que estoy a la puerta.
Si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré a su casa y cenaré con él y él conmigo”  (Ap 3,20).
1.- MIRA.
Abrí los ojos y los oídos. Mirá. El Señor en quien creés, pasa cada día a tu lado, camina junto a vos, alienta tus iniciativas, sostiene tus debilidades, te habla con palabras amorosas y llenas de vida: “¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?” (Lc 24,32).

A los discípulos de Emaús les ardía el corazón, “pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo”(Lc 24,16). Miramos y no vemos. Estamos ciegos. Nos creemos listos, sabios, buenos, salvados. Sólo quien se reconoce ciego verá: “Yo he venido a este mundo para un juicio: para dar vista a los ciegos y para privar de ella a los que creen ver” (Jn 9,39).

Somos ciegos, pero necesitamos reconocernos como tales, y pedirle al médico de los ojos que nos devuelva la vista: “Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no caminará a oscuras, sino que tendrá la luz de la vida”(Jn 8,12).

Mirá donde está la luz del mundo: ¡Jesucristo! Su luz te hará descubrir su paso en cada persona y en cada acontecimiento. (Pausa y canción).

2.- ESTOY LLAMANDO A LA PUERTA
No se cansa de llamar: al amanecer, al mediodía, al atardecer y a media noche. Siempre. Llama porque está enamorado de nosotros; porque no se cansa de amar; porque quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad; porque ha venido a liberamos del mal.

Llama porque es respetuoso: no fuerza, no obliga, no violenta el seguimiento. Llama con insistencia: propone, sugiere, invita... “Vengan con conmigo y los haré pescadores de hombres”. (Mt 4,19).

Está ahí a tu lado, en medio de tu trabajo, en medio de tu grupo y de tu comunidad parroquial: “Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”. (Pausa y canción).

3.- SI ALGUNO OYE MI VOZ
“Ojalá escuchen hoy su voz: No endurezcan sus corazones”(Sal 95, 7-8).

Dios nos habla a diario. Es un Padre rico en comunicación: en la creación, en la historia del pueblo de Israel, en los patriarcas, en los profetas. “Después de hablar Dios muchas veces y de diversos modos antiguamente a nuestros mayores por medio de los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por medio del Hijo(...) que, siendo resplandor de su gloria e imagen perfecta de su ser, sostiene todas las cosas con su palabra poderosa” (Hbr 1,1-3)

Jesús es la Palabra. Todo lo que Dios tenía que comunicar a la humanidad lo ha hecho por medio de su Hijo. “La Palabra era la luz verdadera que con su venida ilumina a todo hombre. A cuantos la recibieron, a aquellos que creen en su nombre les dio poder para ser hijos de Dios”. (Jn 1,9.12).

Quienes creen que Jesús es el Hijo de Dios ya están salvados. Por el bautismo quedan constituidos en hijos de Dios. Ser hijo reclama diálogo constante con el Padre, escucha diaria de su Hijo, apertura al Espíritu Santo. Así escucharemos su voz, estaremos atentos a su voluntad, viviremos conforme el designio que El tenga pensado para cada uno.

“Yo no puedo hacer nada por mí cuenta. Juzgo según lo que Dios me dice, y mi juicio es justo, porque no pretendo actuar según mi voluntad, sino que cumplo la voluntad del que me ha enviado” (Jn 5.3 0).

En la oración, en las largas horas de silencio, durante la noche o despoblado. Jesús escucha al Padre y pone por obra su voluntad.

¿Escuchamos así? ¿Meditamos e interiorizamos a diario, la palabra de Dios? ¿Buscamos largos ratos de silencio para leer el Evangelio y así ir identificándonos con Jesús?

Si hoy no escuchás su voz, ¿endurecés tu corazón? ¿Quién nos está impidiendo oír a nuestro Señor? ¿Qué ruidos, mensajes, entretenimientos, agobios, prisas, tareas, dedicaciones nos están dificultado oír la voz del Señor.

Así les hecha en cara Jesús a los judíos su “sordera”: "su palabra no ha tenido acogida en vosotros; así lo prueban el hecho de que no queréis creer en el enviado del Padre. Estudiáis apasionadamente las Escrituras, pensando encontrar en ellas la vida eterna; pues bien, también las Escrituras hablan de mi; y a pesar de ello no queréis aceptarme para tener vida eterna” (Jn 5,3 8-40)

Se repiten con frecuencia los momentos de abandono de la multitud o de los discípulos ante las exigencias de su Palabra. Después de la multiplicación de los panes y los peces, y después del discurso eucarístico, “muchos de sus discípulos, a oír a Jesús dijeron: Esta doctrina es inadmisible. ¿Quién puede aceptarla? Desde entonces muchos de sus discípulos se retiraron y ya no iban con él” (Jn 6,60-66).
En esta circunstancia cuando Jesús pone a prueba la confianza de sus discípulos en él: “También ustedes quieren marcharse. Simón Pedro le respondió: -Señor, ¿a quién iremos? TUS PALABRAS dan la vida eterna”.

Si escuchás su voz, tomala. Metela en tus entrañas; hacela tuya. No endurezcas el corazón. No pongas barreras. No le pongas excusas. Abrí la puerta: Que el Señor sea tu dueño, tu único Dios. Sus palabras son palabras de vida eterna. El es el Alfa y Omega, el principio y el fin. (Pausa y canción).

4.- Y ABRE LA PUERTA
Abrile el corazón a Dios: ¡Convertite! Dejá que pase Cristo, que te transforme, que te haga semejante a El.  Dice Dios: “Los tomaré de entre las naciones donde estén; los recogeré de todos los países y los llevaré a vuestra tierra. Los saciaré con agua pura y los purificaré de todas vuestras impurezas e idolatrías. Les daré un corazón nuevo y les infundiré un espíritu nuevo. Les arrancaré el corazón de piedra y les daré un corazón de carne” (Ez 36, 24-27).

Sin vos no lo hará. No te forzará. El llama a la puerta: ¿le dejas pasar? Cuando entra es fuego que quema la leña seca y los sarmientos improductivos. Es viento impetuoso que empuja las velas de tu esperanza. Es espíritu de vida que lo renueva todo.

“Te gusta un corazón sincero y en mi interior me inculcas sabiduría. Rocíame con el hisopo, quedaré limpio. Lávame, quedaré más blanco que la nieve. Concédeme la alegría de tu salvación. Afiánzame con espíritu generoso”(Sal 50). Si lo dejás entrar, si le abrís la puerta, si le decís: “Sondéame y conocé mi corazón. Mirá si mi camino se desvía. Condúceme por el camino eterno” (Sal 138), el te convertirá en un HOMBRE NUEVO. (Pausa y canción)

5.- ENTRARÉ EN SU CASA
“Señor, tú me sondeas y me conoces; me conoces cuando me siento o me levanto. De lejos penetras mi pensamiento” (Sal 138). “Qué bueno es Dios para los limpios de corazón” (Sal 72). (Pausa y canción)

6.- CENARÉ CON EL Y EL CONMIGO
Quien ha escuchado la voz del Señor y le ha dado paso a su interior, quien se ha dejado transformar por la fuerza purificadora de su Palabra y le ha abierto la puerta, quien ha reconocido con humildad sus pecados y ha descubierto que sólo Dios salva, gozará de la fiesta del Señor: “El Señor todopoderoso preparará en este monte para todos los pueblos, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera, manjares exquisitos, vinos refinados. Destruirá la muerte para siempre, secará las lágrimas de todos los rostros y borrará de la tierra el oprobio de su pueblo - lo ha dicho el Señor -. Aquel día dirán: Este es nuestro Dios en quien confiábamos; alegrémonos y hagamos fiesta pues él nos ha salvado” (Is 25,6-9).

Este festín es signo de la alegría de quien ha experimentado la salvación de Dios.
El quiere entrar cada día en nuestro interior, a través de su Palabra y de su Cuerpo entregado. Es ahí donde hace fiesta con cada uno. Fiesta que se irradia en medio de la comunidad, entre los hermanos, porque Él, Cristo Resucitado, se sigue sentando a nuestra mesa en el festín de bodas: 

-“Y entró para quedarse con ellos. Cuando estaba sentado a la mesa con ellos, tomo el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero Jesús desapareció de su lado” (Lc 24, 30-3 2).

- “El que come mi carne y bebe mi sangre vive en mi y yo en él. El Padre que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por él. Así también el que me coma vivirá por mi” (Jn 6, 56-57). (Pausa y canción)

Fuente: www.marianistas.org

Parte Final: Entrevista o encuesta

Esta parte se puede hacer:

a) Como una entrevista personal con cada chico. Para eso, tendrán que ir citándolos, antes y/o después de los encuentros. Avisar a los padres en el caso de decidirse por esta opción, que es la más trabajosa pero también la más fructífera.

b) Como una encuesta al final del primer o segundo encuentro. En este caso se les reparte una hoja con las preguntas a cada chico. Ésta opción es sólo para los catequistas que no dispongan del tiempo extra para hacer las entrevistas.

Orientación: Esto no es para ponerles nota ni para juzgarlos, sino simplemente para que tengan un panorama del grupo y saber cómo encarar los siguientes encuentros. Ayuda a que conozcan más a cada uno de los chicos. Déjenle claro que no se van a compartir las respuestas con los otros chicos y que esto lo van a mantener confidencial. Y que pueden dejar sin responder las preguntas que quieran.

Preguntas (sacá algunas si las considerás inoportunas):

  1. ¿Qué te suele preocupar de tu vida espiritual?
  2. ¿Qué te suele ayudar a confiar en Dios?
  3. ¿Qué te suele costar en tu práctica espiritual?
  4. ¿Qué necesidades de tu familia te suelen preocupar?
  5. ¿En qué actividades de tu casa pones amor y cuidado?
  6. ¿Qué es lo que te suele desanimar en tu vida de fe?
  7. ¿La soledad te causa tristeza o la llevás bien?
  8. ¿Sentís que sos sociable o sentís que te cuestan las fiestas y reuniones?
  9. ¿Hay algún tema en especial del que preferís que no se te hagan preguntas en el grupo porque te pondría nervioso/a?
  10. ¿Hay algo que te esté desalentando o dando miedo en este último mes?
  11. ¿Hay algo que te inquiete mucho espiritualmente?
  12. ¿Sentís que en tu casa te ayudan a crecer en amor y en orden?
  13. ¿Sentís que en el último año tuviste más pensamientos tristes, de desánimo y de miedo, o de alegría, ánimo y confianza?
  14. ¿Qué es lo que más predomina en lo que hacés para Dios: el miedo de ir infierno o las ganas de vivir para siempre con Él en el Cielo?
  15. ¿Te ves que sos constante o inconstante en tu vida de oración?
  16. ¿El silencio y la tranquilidad te resultan fáciles o te cuestan?
  17. ¿Cuando ves a alguien desanimado qué tratás de hacer?
  18. ¿Qué significa para vos la Cruz de Cristo?
  19. ¿Qué decís sobre la Eucaristía?
  20. ¿Cuál son las maneras que más le gustan a Dios para ser adorado?
  21. ¿Hay alguna situación que te esté causando impotencia por no poder hacer algo o por no poder hacerlo mejor?
  22. ¿Hay algo que considerás que tenés como defecto y de lo que no te gustaría que se te pregunte en el grupo?
  23. ¿Qué sentís cuando Jesús te pide amarlo sobre todas las cosas y personas?
  24. ¿En qué te falta más coraje y confianza?
  25. ¿Sentís que tu fe está basada más en tu voluntad o en tu sentimiento?
  26. ¿Hay algo de lo que tenés vergüenza y que preferís que no se te pregunte en el grupo?
  27. ¿Hay algo que te esté preocupando de tu salud?
  28. ¿Estuviste siempre adentro de la Iglesia Católica o alguna vez estuviste afuera?
  29. ¿Orar sólo: te gusta, te aburre o qué?
  30. ¿Cuáles son tus oraciones favoritas?
  31. ¿Qué es lo que te parece que la gente de la Iglesia no hace como debiera?
  32. ¿Cuando podés optar: preferís hacer actividades para hacer el bien a otros o quedarte en soledad haciendo cosas para vos?
  33. ¿En este último mes sentíste que tenés afecto hacia Jesús, o sentís que no creés y que estás perdiendo la fe?
  34. ¿Cuál es tu manera preferida de divertirte?

En el caso de realizar esto en forma de encuesta: Dénles 15 minutos para contestar las preguntas. Luego que pongan su nombre y les entreguen.

En el caso de realizar esto en forma de entrevista, tengan en cuenta que la charla debe durar más o menos media hora.

Recuerden:

Informar a los chicos y sus padres sobre:


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